Autor: Elizabeth Carbajal Huerta
La vida es una sucesión de retos, y los retos, de por
sí, son un motivo más para vivirla y disfrutarla. Con ello, hay futuridad en nuestra calidad de existencia. Pues la autora
Elizabeth Carbajal nos presenta que vivir bien es el significado de una serie
de principios que deben incorporarse conscientemente en nuestro quehacer diario
y que son: practicar siempre una actitud
positiva, enfrentando con éxito todas las actividades que realicemos por sencillas
que sean, además de gozar con un bienestar físico mental y emocional que nos
permita coexistir plenamente recurriendo a una nutrición sana, y a una secuencia de ejercicios que accedan
al cuerpo como practicar sistemáticamente un deporte, o caminar, trotar, reflejando así, una bella sonrisa permanente. De lo contrario, se
recurrirá a problemas en la salud y trastornos de la alimentación, es decir, la
obesidad, la anorexia nerviosa, bulimia, depresión, alcoholismo, tabaquismo y las adicciones, trazando
en las personas un camino de la farmacodependencia. Algunas de las más comunes
son la baja autoestima, esta indica, el poco conocimiento y aprecio que una persona
tiene de sí misma, la hace experimentar un sentido de minusvalía y le impide
enfrentar o resolver situaciones que la substancia le presenta. Sin embargo
tenemos a nuestro alcance verdaderas amistades que compartan la reciprocidad en
dar y recibir el cariño y comprensión que nos hace falta, además de buscar
alternativas de caminar, ir al cine, divertirnos en el teatro, asistir a
centros recreativos, culturales y deportivos. Finalizando con un proyecto de
vida que nos permita tomar las mejores decisiones de hoy en adelante.
Saber que el
Adolescente es capaz de hacer cosas
mucho más difíciles que dejar malos hábitos. Basta que se lo proponga. Esto es
lo fundamental: Plantearse vivir una larga vida satisfactoriamente para
compartir con la familia, amigos y compañeros una salud física y mental con
base al conocimiento del cuerpo y de los cambios psicológicos por los que pasa,
que son capaces de disfrutar las bellezas de la existencia en común. Y por
último, fijarse la meta de elaborar un
proyecto de vida que les permita establecer el equilibrio de ser un
hombre feliz.
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